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TRATAMIENTOS

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Apnea del sueño y roncopatía

INFÓRMATE SIN COMPROMISO. TUS RONQUIDOS SE PUEDEN SOLUCIONAR

Rellena este cuestionario y contactaremos contigo para asesorarte

¿Cómo sé si puedo tener apnea del sueño?
¿Ronca alto (lo suficientemente alto para oírse a través de las puertas cerradas o para que su pareja le dé codazos por roncar por la noche)?
¿Se siente a menudo cansado/a, fatigado/a o somnoliento/a durante el día (como, por ejemplo, hasta quedarse dormido/a mientras conduce)?
¿Alguien ha observado que usted dejara de respirar o que se ahogara/quedara sin aliento mientras duerme?
¿Padece o está recibiendo algún tratamiento para la hipertensión?
¿Su índice de masa corporal es superior a 35 kg/m2?
¿Tiene más de 50 años?
La circunferencia de su cuello (medida alrededor de la nuez), ¿mide 43 cm o más (hombres) o 41 cm o más (mujeres)?

Gracias por tu interés. Nos pondremos en contacto contigo muy pronto

¿Cómo afectan la apnea del sueño y la roncopatía a nuestra vida?​
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El Síndrome de Apnea-Hipopnea del Sueño (SAHS) consiste en la repetición durante el sueño de un cierre transitorio (de al menos 10 segundos) de la vía aérea superior, impidiendo el paso del aire (apnea) o limitándolo (hipopnea).  Es decir, se produce una obstrucción total de la vía aérea pues el espacio entre la lengua y el paladar se cierra por completo e impide el paso del aire. Esta patología afecta a uno de cada cuatro adultos —más de 9,5 millones de personas en España— y sus consecuencias sobre la salud pueden ser muy graves (hipertensión arterial, problemas cardiovasculares, accidentes de tráfico, etc.), además de deteriorar la calidad de vida y el rendimiento laboral de quienes la sufren pues se sienten cansados o somnolientos durante el día. 

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Estudios publicados recientemente demuestran que hay una relación directa entre las apneas del sueño y el desgaste dental, motivo por el que este puede ser considerado un elemento clave en su diagnóstico y los dentistas juegan un nuevo papel en la detección y tratamiento de los casos leves-moderados, así como de los pacientes con roncopatía crónica —vibración anormal de los tejidos de la garganta—.

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Por su parte, el ronquido es una enfermedad socialmente aceptada y habitualmente no tratada pese a los problemas para descansar que genera en el paciente y su compañero de vida. No debemos olvidar que el nivel de sonoridad que puede alcanzar el ronquido va de 60 a 90 decibelios, rango que se puede comparar con el sonido que emite la voz de una persona hasta el de una batidora a nuestro lado. Por ello es una patología que no debemos ignorar sino tratar pues se considera un signo precoz de trastorno obstructivo de la respiración. 

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Una alternativa de tratamiento personalizado

 

En Clínica Dental Rodríguez Muñoz ofrecemos una alternativa de tratamiento tanto para el problema del ronquido como para las apneas obstructivas del sueño adaptada a cada caso. Disponemos de la última tecnología y contamos con la formación más actualizada para tratar y realizar un seguimiento adecuado de cada caso de manera multidisciplinar. Además, trabajamos con los mejores productos asegurándonos de ofrecer la alternativa personalizada de tratamiento y diseño.

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Si eres apto, prepararemos tu Dispositivo de Avance Mandibular (DAM), consistente en dos férulas, una superior y otra inferior, unidas entre sí que no impiden cierta libertad en el movimiento de la mandíbula y a su vez evitan que esta se desplace hacia atrás durante el sueño cerrando la vía aérea superior.

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Menos riesgos de exposición y transmisión de COVID-19

 

Entre las ventajas de estos dispositivos orales frente a los mecánicos CPAP (siglas en inglés de Presión Positiva Continua en la Vía Aérea) destaca en el momento actual que no generan aerosoles y los pacientes pueden desinfectarlos fácilmente durante la pandemia de COVID-19. Por ello, la Academia Americana de Medicina Dental del Sueño (AADSM) aconseja en un estudio publicado en ‘Journal of Dental Sleep Medicine’ que deben prescribirse como terapia de primera línea para el tratamiento de la apnea del sueño en adultos pues la posibilidad de aerosolización de las partículas que emiten los CPAP “exponen potencialmente a las personas, especialmente a las que se encuentran cerca del paciente, a un mayor riesgo de transmisión de COVID-19”. Además, añade que esta minimización de riesgos en su hogar favorece la adherencia al tratamiento por parte de los pacientes. 

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