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EL BLOG DE LA CLÍNICA

La peligrosa moda de comer arcilla

  • Foto del escritor: Doctora Rodríguez Muñoz
    Doctora Rodríguez Muñoz
  • hace 6 minutos
  • 2 Min. de lectura
Bucarofagia en Las Meninas

No solo en la actualidad existen modas que promueven la belleza física en detrimento de la salud bucal —como la de ponerse piedras preciosas y metales nobles sobre los dientes (ver blog Los dientes de oro, de símbolo de libertad ante la esclavitud a moda pop)— en el siglo XVII las mujeres de la élite o alta sociedad comenzaron a comer piezas de búcaro, una arcilla roja muy fina y porosa, creyendo que les ayudaba a blanquear la piel, como requerían los cánones físicos de la época. Incluso le atribuían efectos alucinógenos y anticonceptivos, ya que su ingesta también reducía la menstruación.


Aunque conseguían parte de su objetivo y muchas se veían con un aspecto cada vez más pálido, la causa era que el barro les obstruía el intestino, impidiéndoles absorber nutrientes, grasas y proteínas y causándoles grandes y peligrosas anemias. Y es que la principal cualidad de esta arcilla es conservar fresco cualquier líquido, utilizándose en vasijas o botijos para agua o vino.


Sin embargo, lograr esa tez blanca tan valorada en la época no era el único motivo para el consumo de búcaros, sino que encontraban en ellos otros beneficios como el de cortar hemorragias, incluidas las menstruales, provocando amenorrea y actuando como método anticonceptivo. Diferentes investigadores han considerado que esta es la explicación por la que la infanta Margarita de Austria, hija de Felipe IV  y protagonista de la famosa obra de Velázquez conocida como 'Las Meninas' , aparece en el cuadro recibiendo este “manjar”. La joven padecía el síndrome de Allbright, un tipo de pubertad precoz que, entre otras, provocaba que tuviese menstruaciones muy abundantes incluso a edades muy tempranas.


Además, hay testimonios de monjas que comían barro para “alcanzar el éxtasis” que les acercase a Dios, experimentando síntomas narcóticos, lo que también convirtió este consumo en una “droga recreativa”. De hecho, esta costumbre denominada bucarofagia también está presente en otras obras de Velázquez y en textos de escritores como Lope de Vega, Quevedo, Calderón de la Barca e incluso en 'El Quijote' de Cervantes.


Lo que desconocían las damas eran los graves riesgos para la salud que estaban corriendo, llevando a muchas a la muerte por obstrucción intestinal, perforación del colon, fallo hepático, envenenamiento por plomo, crisis biliares, ictericia grave o anemias agudas, entre otras enfermedades.


Por desgracia, el siglo XXI y las redes sociales parecen haber rescatado esta moda. En la plataforma TikTok se encuentran vídeos con el hashtag #clayeater (comedor de arcilla) en los que cientos de mujeres graban sus experiencias consumiendo bloques de arcilla para “mejorar la digestión, favorecer la fertilidad, embellecer la piel o ayudar a eliminar toxinas del cuerpo”,  aunque también inciden en la precaución de no consumirlo en exceso. Esta obsesión por comer sustancias que no son nutritivas (madera, papel, yeso...) es un trastorno alimentario conocido como pica y puede desencadenar enfermedades irreversibles, puesto que estos productos, especialmente la tierra, pueden contener sustancias como plomo, arsénico o excrementos.

 

Fuentes: más información en El País e Infobae

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