
Aunque ya en el año 5.000 A.C un texto sumerio describía los "gusanos del diente" como la causa de la caries dental, los inicios de la Odontología como tal no se fechan hasta el 3.000 A.C., cuando los egipcios empezaron a incrustar piedras preciosas en los dientes de los faraones. Además de los papiros en los que dejan constancia de estos métodos y de las prescripciones de sustancias para aliviar el dolor y curar ciertas dolencias y enfermedades bucales, también las momias revelan los tratamientos dentales. En ellas se aprecian infecciones graves, pérdidas de piezas, dentaduras elaboradas con roturas de piezas dental, extracciones y trepanaciones en la cortical externa de la mandíbula para drenar abscesos y rudimentarios y prótesis puentes confeccionados con alambres de oro.
Egipto fue la primera civilización en desarrollar la ciencia médica y en introducir productos para mantener la higiene física y dental. Según los arqueólogos, los problemas de caries en el período antiguo no eran muy frecuentes pero eso cambió cuando introdujeron en las dietas más hidratos de carbono. Los problemas dentales aumentaron y la Oodontología empezó a ocupar un lugar muy significativo en la sociedad de la época.
Los egipcios fueron los primeros en designar un doctor que se especializara en el tratamiento de los dientes. Así, la primera persona con título de odontólogo-dentista fue Hesy-Ra o Hesire, durante la Dinastía III, el momento en el que construyen las primeras pirámides y cuando se reconoce esta especialidad como importante. Conocemos esta historia gracias a una tablillas de madera procedentes de su tumba (en imagen), conservadas actualmente el Museo del Cairo. En ellas se puede leer perfectamente el título y cargo de jefe de médicos, con la inscripción "el más grande de los médicos que tratan los dientes", siendo este el documento más antiguo en el que se nombra a esta profesión y el que adelantó la importante asociación entre la Medicina y la Odontología.
Además de escriba, este médico consiguió no solo ser recordado durante toda la eternidad como el primer odontólogo de la historia, sino que, dado que trataba a muchos faraones como Sahura, este le regaló en agradecimiento por sus servicios una pequeña figura tallada con la misma inscripción sobre su reconocimiento como odontólogo. Pero también abordaba la salud dental de los obreros que en su mayoría eran personas que trabajaban en la construcción de las pirámides. Dado que un dolor de muelas podía ralentizar los proyectos, éste mantenía a los trabajadores sanos para que pudieran desempeñar su labor. Hesy-Ra se convirtió así en uno de los médicos más respetados del antiguo Egipto, famoso por sus contribuciones y conocimientos que se transmitieron a los médicos y odontólogos que siguieron sus pasos.
Todos los papiros y documentación que dejaron los egipcios no solo permiten entender los tratamientos que utilizaban sino que también nos describen la variedad de enfermedades dentales que sufrieron, de la que no eran inmunes ni los faraones, y el método más habitual para solucionarlas: las extracciones.
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